Gabriela Primintela ingresó a Arca Continental Ecuador hace 6 años como pre vendedora en la región de Quito Sur. Dos años después, gracias a sus resultados mes a mes, fue incluida en un grupo de cinco candidatos para el puesto de supervisora.
Gabriela nos comenta al respecto “Aquí a todos nos miden en temas de efectividades, las visitas, los clientes, lo que se le vende al cliente, que en este caso son las coberturas, la ejecución y en todo eso mis números estaban entre los mejores y así fue como logré tener crecimiento laboral”.
Luego de un proceso de selección que incluyó diferentes pruebas y entrevistas, salió elegida y tuvo que trasladarse al Valle, que se convertiría en su segunda región de trabajo y una nueva oportunidad de enriquecer su experiencia profesional.
“Tengo la fortuna y la oportunidad de conocer los 3 CEDIS, el Valle, Quito sur y Quito norte, y digo fortuna porque uno aprende de diferentes mercados. A veces uno piensa que por ser el Valle se va a vender bastante porque la gente tiene más capacidad de compra. O que en el sur también se cobertura más porque la gente compra poquito de todo o que en el norte es más fácil coberturar porque el target de clientes es alto, pero la realidad es muy diferente. Pese a que es la misma ciudad, los clientes cambian mucho incluso de un sector a otro, entonces es muy bueno y es muy gratificante porque me ha ayudado mucho en lo profesional a conocer el mercado, a desarrollar el mercado, a buscar otros medios por los cuales cumplir”
Gabriela es mamá de una niña, Arely de 10 años. Viven solas las dos y para poder hacer su trabajo y cumplir con las extensas jornadas del área comercial, que van desde las 6 de la mañana y a veces se extienden hasta las 8 de la noche, ha tenido que recurrir al apoyo constante de su familia, conformada por sus padres y su hermana.
Las complicaciones comenzaron cuando sus padres consiguieron trabajo y fue más difícil hacer coincidir sus horarios y se agudizaron con su traslado de localidad.
“Yo no tenía quién me ayudara con mi nena hacía ya un buen tiempo, pero como estaba en el sur, tenía la facilidad de mandarla a la escuela y venir después al trabajo. Pero cuando me cambiaron al norte se me complicó porque yo tenía que salir a las 5:00 de la mañana de mi casa y el recorrido pasaba por mi hija a las 6:15”.
Su hermana, que estudia en la universidad y en ese momento tenía prácticas en el sur, vino en su ayuda. Pero el mes pasado le confirmaron que iniciaba prácticas con nuevos horarios y ya no alcanzaba a llegar a la casa para ayudar
Gabriela es una luchadora. Y siempre ha pensado que cuando uno hace lo que le gusta y lo que quiere, encuentra la forma de seguir adelante, sin importar los obstáculos que se le atraviesen en el camino. Pero llegó un punto en el que los obstáculos empezaron a acumularse y parecían insalvables. Además de la imposibilidad de dejar a su hija en el recorrido, de la dificultad de transportarse por la ciudad, tuvo que enfrentar una situación delicada con una compañera de su hija en el colegio, que la obligó a llevarla al psicólogo.
Interrumpir los estudios de su hija mientras las cosas volvían a encarrilarse, nunca fue una opción. Por eso, Gabriela presentó su renuncia. Pero lejos de aceptarla, la compañía, a través de su líder, la ayudó como lo había hecho en otras ocasiones y juntos empezaron a buscar soluciones a su situación.
Lo primero fue solucionar el asunto de los desplazamientos en la ciudad. Después, animar a que Gabriela tomara vacaciones y aprovechara ese tiempo para estar con su hija, llevarla al psicólogo y hacerle los chequeos médicos que tenía aplazados por cuestiones de trabajo. En este tiempo también esperaba que avanzara el plan de su hermana de comprar un vehículo para hacer recorridos, con lo cual le quedará más fácil volver a llevar a su hija a la escuela.
Mientras todo vuelve a equilibrarse, Gabriela se prepara para volver a su trabajo con las energías renovadas y con la convicción más fuerte que nunca de que ningún problema, por grande que parezca, puede interponerse entre ella y sus sueños.
La motivación de Gabriela es mantenerse firme por Arely para ser un motivo de inspiración y orgullo de su mayor amor, su hija.
Dentro de Arca Continental Ecuador Gabriela es un ejemplo de fortaleza, pasión y compromiso y como líder de su equipo les motiva a ser EJEMPLO para los demás, ser coherentes con nuestra cultura y mantener claro el propósito de sus sueños.